El impacto en la industria europea de las explosiones de los gasoductos Nord Stream y las sanciones a Rusia
Hola, ¿Cómo están? Espero que bien y agraciados por la llegada del carnaval, quizás uno de los mejores momentos del año, si eres latinoamericano. Que se disfracen y rían con algún sonido de comparsa detrás. El mundo merece que no le presten atención por un minuto y bailen un poco.
Porque la verdad que cada día que pasa es un lugar más inseguro. No sabemos si la pandemia fue un preparativo para algo peor, si la guerra en Ucrania es el preludio de un conflicto más grande ¿quizás entre China y Estados Unidos? Todo es incierto y lleno de incertidumbre.
En este contexto vamos a hablar de los efectos en la industria europea de las explosiones de los gasoductos Nord Stream y las sanciones a Rusia. Para ello, entrevisté al ingeniero industrial Fernando Rodríguez, quien trabaja como consultor a tiempo parcial de la empresa INUBER y vive en Viena, Austria. Fernando se dedica a temas referidos a la eficiencia energética y de manera periódica publica en su Twitter la situación de la industria europea.
No está de más recordarles que la calidad del material que publico se sostiene gracias a mis suscriptores pagos. Si se suman a este selecto club, podré hacer más reportajes, ensayos y entrevistas dedicadas a los temas que más les interesen. La semana que viene los suscriptores pagos, además, tendrán un video donde explicaré lo que se sabe sobre la explosión de los gasoductos Nord Stream después de la investigación de Seymour Hersh.
Mientras, los dejo con la entrevista completa a Fernando.
Uno de los temas menos tratados es el efecto de las sanciones a Rusia en la industria europea. ¿Qué consecuencias se ven desde la invasión rusa a Ucrania?
Al inicio de la guerra, la Asociación Industrial de Baviera sacó un informe con sus cálculos sobre los efectos de la crisis energética. Según el informe, el costo de la sustitución del gas ruso por el gas natural licuado (GNL) sería de 46 mil millones de euros para las industrias alemanes, 48 mil millones para sus proveedores y 98 mil millones para los clientes que consumen sus productos, las fabricas que, por ejemplo, dependen de las petroquímicas alemanas. Se proyectaba un total de 193 mil millones de euros en pérdidas. La estimación fue hecha en junio de 2022.
Me fui a los datos de septiembre del año pasado, y resulta que las industrias alemanas para ese entonces habían perdido 100 mil millones de euros de beneficios operativos. Lo que coincide con un aumento del gas de cuatro veces.
En tus trabajos has citado el caso del gigante químico Basf de Alemania como uno de los ejemplos paradigmáticos de lo que está pasando. La empresa ha anunciado planes para retirar parte de sus fábricas de Alemania. ¿Por qué lo consideras así?
Basf había invertido en el gasoducto Nord Stream 2. Era coproprietario junto a la rusa Gazprom y la empresa de servicios públicas alemana EON. Ahora con la explosión de los dos gasoductos ha perdido su inversión y también una fuente segura y barata de energía. Con lo que eso implica para un gigante químico que consume el 4% del gas de Alemania.
La consecuencia es que, en los últimos meses, sus costos de producción se fueron por encima de sus márgenes de rentabilidad. Por lo que en 2025 se marcha a China con sus fábricas, según anunciaron sus directivos. Con Basf se irán otras empresas; sus proveedores, sus clientes. Todo eso tiene una reacción en cadena que preocupa a toda la industria.
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