¿El presidente de Ecuador tiene algo que ver con la mafia albanesa y el narcotráfico?
La investigación que derrumbó el gobierno de Guillermo Lasso fue la conocida como el "Gran Padrino", realizada por el medio digital La Posta. El escándalo involucraba al cuñado de Lasso y padrino político, Danilo Carreras, y su amigo Rubén Cherres en una red de sobornos a cambio de puestos en el gobierno. El caso incluso activó un juicio político contra Lasso en la Asamblea Nacional de Ecuador. Lasso, al no tener los votos, disolvió el Congreso y convocó a elecciones presidenciales.
Pero había algo particular; Cherres, el amigo de Carreras, era relacionado con la mafia albanesa por un informe policial titulado "León de Troya",
Los policías de la Unidad de Anti Narcóticos se sorprendieron al verlo reunido con Gjika Dritan, miembro de la mafia albanesa, en una empresa presuntamente vinculada al narcotráfico en el puerto de Manta. Las reuniones se repitieron varias veces y en una de ellas, Cherres contó dinero en efectivo sacado de un sobre de manila.
“La primera vez que Rubén Cherres se vio delante de la Justicia, en un caso por estupefacientes, fue en 1999. Un caso menor, del que no existen registros públicos. En 2014, volvió a los tribunales, pero por narcotráfico. Él y otras 13 personas fueron acusadas de tráfico ilícito de droga, según los registros del sistema de la Judicatura, en el marco de un caso denominado Río Grande, en el que antinarcóticos impidió el envío de más de 945 kilos de clorhidrato de cocaína a Europa. Estuvo detenido en prisión, donde la Policía presume que inició sus relaciones con miembros de la mafia albanesa, pero salió luego de un año, bajo beneficios penitenciarios. Nueve años más tarde se le concedió sobreseimiento provisional. El juicio se mantiene activo hasta este momento, sin condena definitiva”, extracto de la investigación de La Posta.
El empresario, además, creó, junto con Gjika Dritan, diez empresas en un solo día sin que levantaran la sospecha de las autoridades. Los policías también registraron una comunicación en la que Cherres pidió a Carreras que Victor Araus, alto oficial de la policía, fuera ascendido como general inspector. Araus es uno de los señalados como "narcogenerales" por las autoridades estadounidenses. Cherres, además, había sido uno de los recaudadores de la campaña presidencial de Lasso.
Leamos el seguimiento que hicieron los policías.
El 13 de mayo de 2021, el teniente Rodney Rengel recibió una investigación a cargo: dar seguimiento a HD León, sobre quien una fuente humana había señalado vinculaciones con el narcotráfico, en la costera provincia de Manabí. La orden judicial de seguimiento fue la primera del expediente fiscal No. 13284-2021-033395G, donde el juez de Manta, César Ponce, autorizó la operación secreta, pero legal.
HD (un código policial que significa, Hombre Desconocido, y antecede a los apodos investigativos) León, fue seguido una mañana mientras conducía su auto blanco, de placas GSY-2454, según la cronología relatada en el informe León de Troya, al que LA POSTA tuvo acceso gracias a la colaboración reservada de fuentes judiciales y policiales. El rastreo los llevó hasta el puerto de Manta, específicamente, a los exteriores de la empresa Osaka Fish, la cual —de acuerdo con el informe policial— sería usada por una estructura criminal asociada a la mafia albanesa como empresa de tapadera para sus operaciones. La Policía cree que en esa compañía se camufló droga y se contaminó exportaciones que, según los socios policiales europeos, dieron positivo en al menos tres envíos a la Unión Europea y Estados Unidos. Osaka Fish ha negado tales acusaciones, en una carta remitida por sus abogados a este medio.
Los agentes hicieron videos con drones y fotografías de todos los que entraban y salían de esas instalaciones. Uno de ellos fue el ya conocido Rubén Cherres, el mejor amigo de Danilo Carrera y socio del albanés, Gjika Dritan, de 46 años, considerado una pieza clave en la red de los narcos de los balcanes. Un hombre temido en el mundo del crímen.
La Policía tomó a Cherres como el sujeto central de la investigación junto a la mafia albanesa: documentaron sus reuniones e intervinieron, bajo orden judicial, sus comunicaciones. Algunos de esos encuentros, como el del 18 de mayo de 2021, tuvieron como sede la cafetería SkyBuilding de Guayaquil, según detalla la página 9 del reporte León de Troya, proféticamente bautizado así —según algunos de los investigadores— porque su revelación haría “arder troya” en el país. En estos episodios, registra el seguimiento, Cherres comparte con toda la estructura, que incluía a su socio albanés y otros condenados por narcotráfico o requeridos por la Justicia.
La relación de Cherres con los narcotraficantes internacionales se venía cocinando tiempo atrás, precisamente en 2012, según los registros públicos de la Superintendencia de Compañías, cuando crearon la empresa Cosobrivsa, dedicada a la construcción y que solo tuvo dos años de vida. Luego crearon Construador que la declararon en inactividad en 2016. Su faceta de empresarios siguió en 2018. Ambos fundaron dos empresas relacionadas con los bienes raíces: Inmobitrust y Inmobirealstate, que luego transfirieron con acciones a terceras personas.
Sin embargo, el hecho que más llamó la atención a los investigadores fue que una inspiración emprendedora, Cherres y el albanés crearon, evadiendo todos los controles legales de lavado de activos del país, ocho empresas en un solo día: el 17 de junio de 2021. Es decir durante el seguimiento del equipo de Antinarcóticos y en el gobierno de Lasso.
El informe, por supuesto, fue archivado por el Ministerio del Interior y la Fiscalía durante la gestión de Lasso. Un juez, incluso, lo declaró "reservado" hasta que fue publicado por La Posta el 9 de enero de 2023.
El 30 de marzo de 2023, varias semanas después de la publicación, el cuerpo de Cherres fue hallado sin vida junta a otros dos cadáveres. Tenía signos de tortura según las autoridades. La Policía ecuatoriana no vinculó el asesinato con la mafia albanesa cuando detuvo a los autores materiales, relacionados a otros casos de tráfico de droga.
Hace unos días, Andersson Boscan, periodista a cargo de la investigación de la Posta, debió irse al exilio junto a su esposa, Mónica Velázquez, por recibir la información de que había un plan para asesinarlo a él y su familia. La semana pasada, Boscan publicó una conversación telefónica de Cherres en la que hablaba sobre las intenciones de matarlo que tenía Tony, un supuesto miembro de la mafia albanesa.
También que en el celular de Cherres habían fotos y videos de seguimiento a él y su familia.
"Estaba la ruta que tomábamos para ir al jardín de infantes, la entrada y salida de la oficina, a las actividades de mi suegra. Un seguimiento completo a nuestra familia. Son muchas cosas que se deben investigar y no quiero precipitarme, pero era una carpeta zip que estaba en manos del mejor amigo del cuñado del presidente. Esto nos demostró que el Gobierno estaba confabulado con un interés mafioso y estaba esperando que otro hiciera el trabajo sucio y obtener un resultado que a ellos no les desagrada, mi muerte", dijo Boscan desde el exilio al medio ecuatoriano El Universo.
La Fiscalía le reprochó al periodista que obtuviera esta "información por medios irregulares". De hecho, el organismo judicial tiene abierta una investigación contra el medio por "delitos económicos". Por lo que, los periodistas pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanas medidas cautelares de protección.
Mientras que los dos coroneles, a cargo del informe León de Troya, denunciaron que hay autos que vigilan sus movimientos. "Todas las personas que han tenido contacto, que han estado relacionadas de alguna u otra forma con el caso León de Troya, o se encuentran muertas o se encuentran fugadas", según Stalin Raza, abogado de los dos coroneles amenazados. Entre ellos, está el candidato presidencial Fernando Villavicencio, uno de los primeros en revelarle el contenido del informe a Guillermo Lasso en una reunión cerrada en el palacio presidencial en 2021. Villavicencio fue asesinado a la salida de un mitin de campaña en Quito.
Para el periodista Andersson Boscan; "alguna vez alguien debería investigar dónde la mafia albanesa depositó sus dineros del narco". El Banco Guayaquil, propiedad de la familia Lasso, es el tercero en importancia de Ecuador, un país que en los años 90 fue uno de los lugares de mayor lavado de dinero.
Todo esto nos lleva a repasar un poco la historia de Guillermo Lasso y su cuñado, Danilo Carreras, relacionado a esta trama.
La carreara financiera de Lasso comenzó a sus 22 años después de abandonar sus estudios en la Universidad Católica de Quito e ingresar en la gerencia de ProCrédito S.A a través de Carrera, dueño de esta subsidiaria de la compañía FeCrédito. Carrera, unos años, antes se había casado con María Eugenia Lasso y le había dado su primer trabajo a su hermano, Guillermo, en la Bolsa de Valores de Guayaquil.
Justamente quien lo inicia en el negocio es Carrera, un veterano banquero e influyente operador político. Quien se destaca por haber sido Ministro de Industrias (2) en la dictadura del general Guillermo Rodríguez Lara en 1972 y director de la Junta Monetaria, bajo la presidencia interina de Fabián Alarcón en 1997, en la que tenía a su cargo la regulación financiera y la política cambiaria del país.
A partir de esta sociedad empresarial es que en 1984 Lasso Mendoza se convierte a los 29 años en presidente de Financiera del Sur, S.A. (Finansur), originada por la fusión de ProCrédito y FeCrédito. Su cuñado era máximo director del Banco de Guayaquil luego de que Finansur se convirtiese en su máximo accionista. Hasta que en 1994, Drouet pasa a integrar el directorio de la Corporación Andina de Fomento (CAP), parte de la banca multilateral de crédito de la región, y Lasso Mendoza se convierte en el presidente del Banco de Guayaquil hasta 2012 cuando pasa a la actividad política para presentarse a elecciones contra Rafael Correa.
Justamente sus primeros años en el Banco de Guayaquil están marcados por la estatización de la deuda privada realizada por el gobierno de Oswaldo Muñoz bajo la denominada “sucretización”. Este proceso consistió en utilizar un instrumento financiero para que el Estado asumiese la mayoría de la deuda privada, contraída con acreedores internacionales, y diese créditos a compañías en quiebra o liquidación, según lo exigía el Fondo Monetario Internacional para otorgarle un préstamo al país.
De acuerdo al trabajo de investigación “Quienes participaron en la sucretización” de Juan Carlos Ortiz, en esta operación financiera se desfalcó al Estado en alrededor de 1.628 millones de dólares, un 25% de la deuda externa ecuatoriana de aquel entonces. Entre la lista de beneficiados por esta operación, se encuentran Finansur, el Banco Guayaquil y el hermano de Lasso, por un total aproximado de 38 millones de dólares.
Esta avidez por el dinero fácil de Lasso volvió a reaparecer diez años después cuando en 1994 como presidente del Banco Guayaquil promovió la denominada Ley General de Instituciones del Sistema Financiero, apuntada específicamente a desregular la actividad bancaria y favorecer primordialmente a los bancos. Justamente esta ley abrió las puertas, por ejemplo, a que éstos se prestasen a sí mismos a través de empresas de papel y personas naturales vinculadas a sus dueños. Lo que generó préstamos millonarios que nunca fueron pagados y sumaron un perjuicio superior al PBI del año 2000, de acuerdo al economista Jorge Rodríguez, ex vocal de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción.
Ya que gracias a la ley también se estableció que los bancos que quedaran desfinanciados por esta práctica accedieran a préstamos del Banco Central de Ecuador, convirtiendo al Estado, de nuevo, en el responsable de afrontar estas deudas artificiales. Así fue que Lasso dos años después se vio involucrado en la decisión de aprobar el salvataje del Banco Continental, quebrado bajo esta lógica, como representante de la Asociación de Bancos Privados en la Junta Monetaria. La estafa a la nación generada por el Banco Continental fue tan grande que a Lasso se le abrió un proceso judicial, junto a otros miembros del órgano encargado de regular la actividad financiera.
La ley promovida por Lasso, además, fue la que en 1999 originó el famoso feriado bancario ante la ola de quiebras de entidades financieras, provocada mayormente por las prácticas antes comentadas. En esta oportunidad 1.840 millones de dólares fueron congelados, entre ellos los ahorros de los ecuatorianos. A quienes se les confiscó su dinero bajo la promesa de que se los devolvería un año después a través de un instrumento financiero conocido como Certificados de Depósito Reprogramados, ordenado por el gobierno de Jamil Mahuad.
Como buena parte de los ahorristas necesitaban su dinero en ese momento, tuvieron que vender esos certificados a los bancos solventes a un precio de entre 40 y 50% del valor de lo adeudado. Entre los bancos que compraron estos certificados a la mitad de precio y luego lo cobraron por el 100% de su valor, se encontraba el Banco Guayaquil de Lasso. Cerrando así un circuito de ganancias ilimitado sin poner ni un poco de dinero en la economía real del país.
Durante los años noventa, Lasso fue activo integrante del grupo de banqueros que pasaron a la dirección política del país luego de que financiara, junto a su cuñado Drouet, la campaña de Jamil Mahuad .Justamente en este gobierno fue superministro de economía pocos días después de que Mahuad decretase el feriado bancario en 1999; su breve gestión estuvo marcada por la negativa del Congreso a aprobar el plan de ajuste impuesto por el FMI. En este contexto fue eyectado del gobierno un tiempo antes de que se pusiera en marcha la dolarización del país.
Gracias a la dolarización, y estos manejos, el Banco Guayaquil pasó del puesto 12 al segundo en el ranking bancario, según el diario El Telégrafo de Ecuador.
Después de la era del correísmo, la entidad de Lasso y su cuñado Carreras fue beneficiada con las desregulaciones financieras ordenadas por el gobierno de Lenin Moreno. Según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), durante el 2021 se lavaron 3.500 millones de dólares en el sistema financiero ecuatoriano, triplicando así la estimación de 1.200 millones del período 2007-2016. “Un estudio de CELAG encontró que el crecimiento de dinero ilícito en el torrente legal coincide con el proceso de desregularización del sistema financiero y las superlativas tasas de ganancia que reporta la banca ecuatoriana desde el año 2017. Los hallazgos de CELAG están en concordancia con los análisis periodísticos que aseguran que en el país se lava entre 2 % y 5 % del PIB anualmente”, sostiene el centro de estudios.
Leamos lo que dice el CELAG:
En primer lugar, existe abundante literatura a nivel internacional sobre la relación entre el lavado de dinero y el incremento de la inseguridad o violencia en las sociedades, fenómeno que se torna de análisis urgente en el escenario nacional de escalada de violencia durante al menos los últimos tres o cuatro años.
En segundo lugar, al ser la economía ecuatoriana una economía dolarizada, la concepción generalizada es que el Banco Central no puede imprimir dólares y por lo tanto no puede aumentar la cantidad de dinero como pueden hacerlo activamente los bancos centrales en economías con moneda propia, además de que al no existir monetización del déficit fiscal tampoco se puede incrementar la cantidad de dinero por dicha vía. Por este motivo, la cantidad de dinero (dólares) en la economía solamente puede crecer como resultado de un saldo positivo de balanza de pagos para el Ecuador. En el Ecuador, desde el discurso de las entidades financieras, sus personeros y organismos gremiales han difundido que las entidades bancarias no crean dinero, sino que solamente prestan el dinero que les han confiado los depositantes, argumentando que su función de intermediación no tiene efectos en el crecimiento de la cantidad de dinero que existe en la economía, puesto que lo sano en la dolarización es que nadie tenga la capacidad de crear dinero.
Desde una perspectiva práctica, si el sistema financiero ecuatoriano lava una parte de ese dinero, significa que acepta como depósitos de sus clientes un dinero con un origen ilícito y luego lo presta, como parte de sus actividades de intermediación financiera, con lo que gana intereses por ese dinero prestado. Es en este marco, entonces, que llama la atención el crecimiento de las utilidades promedio anuales del sistema financiero desde que en el año 2019 se retornó a una política económica basada en los acuerdos con los organismos multilaterales.
El banco de Lasso y su cuñado Carreras es bastante posible que esté metida en esta dinámica que engorda las utilidades de las principales entidades financieras de Ecuador. Una dinámica que involucra carteles internacionales como el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y la mafia albanesa.
La diferencia con otros momentos de la historia es que, por primera vez, están expuestos, por completo, en las noticias.