Hola, ¿cómo están? ¿cómo los trata la vida? A esta altura del año y de este año, una especie de super saiyajin, imagino que están tan agotados como un maratonista en el kilómetro 30.
Este envío es escrito cuando la noticia del día es el referéndum en las Repúblicas de Donestk, Lugansk y Kherson para unirse a Rusia. Una formalidad que permitirá a Moscú realizar una movilización general de sus tropas para consolidar el control del Donbas ucraniano. También declararle la guerra a Kiev.
En julio una declaración de Vladimir Putin llamó bastante la atención cuando las noticias de la guerra en Ucrania comenzaron a diluirse;
Hemos escuchado mucho acerca de que Occidente quiere pelear contra nosotros "hasta el último ucraniano". Esta es una tragedia para el pueblo ucraniano. Todos deben saber que, en general, aún no hemos comenzado nada en serio.
La contraofensiva de Ucrania en Jarkov, en la que se recuperó 3.000 kilómetros cuadrados luego de una retirada ordenada de las fuerzas pro rusas, parece haber escalado un peldaño más la guerra en Ucrania. Hasta ahora, Moscú realizaba una “Operación Especial” con una proporción superior de soldados a favor de Ucrania en la mayoría de los casos.
Putin, en respuesta, ordenó la movilización de 300 mil reservistas de los 25 millones de rusos en condiciones de pelear una guerra. Un 1,2% de su potencial movilización de acuerdo a The Saker.
Por eso, el portal Moon of Alabama título El retiro de Izyum: un catalizador para 'empezar en serio'.
Y todo lo que se entienda cómo ‘empezar en serio’ es posible que sea un despliegue que muestre fuerza por parte de Moscú y obligue del otro lado, Europa y Estados Unidos, a más sanciones y testosterona. Después de todo, Ucrania es una guerra que Rusia no puede perder y que Estados Unidos no puede dejar que gane.
Para el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, lo que quiere Washington es ver a una “ Rusia debilitada al punto que no pueda hacer las cosas" que ha hecho durante su operación militar especial en Ucrania. Según Austin, Moscú "ya ha perdido mucha capacidad militar y muchas de sus tropas".
"Queremos que no tenga la capacidad de restaurar ese potencial rápidamente".
Estados Unidos y la Alianza del Tratado del Atlántico Norte quieren que Ucrania sea la Afganistán de Putin; un atolladero que implique cada vez más recursos, hombres y pérdida de prestigio hacia dentro y fuera del país. Lo que en Estados Unidos fue Vietnam para Lyndon Johnson, Richard Nixon y Gerard Ford.
¿Qué más decirles que no sepan?
Pero la verdadera batalla es por Europa y está librándose a un nivel económico sin precedentes. Hace unas semanas, decíamos que los juegos del hambre (y la deuda) comenzaban en Europa. Bueno, ahora the winter is coming es una realidad que golpea tanto las puertas de los europeos que sus gobiernos hablan de que sus ciudadanos se duchen juntos, compren leñas y apaguen sus computadoras cuando no las usen.
La ministro de Medio Ambiente de Suiza se enfrenta a una reacción violenta después de recomendar que las personas se duchen juntas en un esfuerzo por reducir el consumo de energía este invierno y evitar los cortes de energía.
Simonetta Sommaruga, de 62 años, sugirió que las personas “apaguen la computadora cuando no la necesiten, o apaguen las luces, o se duchen juntos” como parte de sus medidas que promueven una reducción del 15 por ciento en el consumo de energía, informó The Times de Londres.
Las autoridades de Suiza, que importa el 75 por ciento de su gas de Alemania, anunciaron en agosto que tienen como objetivo reducir el consumo de energía en un 15 por ciento desde octubre de 2022 hasta finales de marzo de 2023, en comparación con el consumo promedio de los últimos cinco años.
Si bien Suiza es uno de los países más ricos del mundo, es uno de los menos autosuficientes en términos de producción de energía, ya que la producción de electricidad doméstica cubre solo el 25 por ciento de las necesidades energéticas del país
Si bien este es el costado ciudadano del problema energético, lo peor sucede en la industria europea y, sobre todo, alemana, derivado de interrupciones como las del gasoducto Nord Stream 1 que conecta Alemania con Rusia. “Los países europeos, Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido impusieron sanciones contra la Federación Rusa, que no permiten llevar a cabo los trabajos normales de mantenimiento y reparación, y tampoco permiten registrar legalmente el retorno de los componentes y conjuntos a sus lugares de operación”, dijo Dimitri Peskov, vocero del Kremlin, sobre las turbinas de Siemens que deben ser reparadas para que una estación de compresión funcione y el gasoducto vuelva bombear gas.
Buena parte de las industrias europeas alimentan sus centrales eléctricas con gas ruso comprado con contratos a largo plazo.
El efecto cascada es terrible y tremendo; Alemania ya tiene listo un plan para estatizar por completo a Uniper, la principal empresa de servicios públicos del país. Negocia un acuerdo para comprar gas natural licuado a Qatar y Emiratos Árabes Unidos. El problema es que los proyectos de expansión del gas qatarí tienen fechas de finalización para 2027. Demasiado tiempo para tanta urgencia.
(China e India luchan contra los países europeos por los envíos de gas natural licuado como si aquello fuera una guerra)
El experto ruso Leonid Grigoriev del Club Valdai explica la fragilidad de la situación europea:
Los riesgos que enfrentan los proveedores de gas son comprensibles: a precios altos, a los importadores no les gustan. La excepción son los Estados Unidos con sus $150 por 1,000 metros cúbicos de gas en el mercado interno y costos de entrega en la región de $300-350. Por lo tanto, sus exportaciones fueron primero a Asia por $1,000. Un precio de exportación a la UE de $500 en agosto de 2021, y por $1000 en la UE en invierno, exportaciones de Estados Unidos en el invierno de 2022, bueno, $2000 a principios de agosto de 2022. El precio de exportación de gas de Gazprom a la UE en 2020 era de unos 140 dólares por 1.000 metros cúbicos, pero eso no suscitó mucha simpatía, ni tampoco 40 años de suministro de gas a la UE, en los que se basaba en gran medida la prosperidad continental.
El riesgo al que se enfrentan los importadores de gas en un contexto de subida de precios, como en 2010 o 2021, es comprensible: los grandes intermediarios energéticos se encuentran entre sus tarifas internas para hogares y empresas (históricamente establecidas, bajas a finales de 2020) y los precios de suministro en rápido aumento. . Pero este es un riesgo financiero, que lo resuelve el sector financiero o el Estado, según el nivel de bienestar y las características legales del país. En última instancia, este riesgo se transmite al consumidor. Aquí es donde comienzan las diferencias, y no solo entre países desarrollados y países poco desarrollados. Los estratos acomodados soportan con facilidad la suba de los precios de los combustibles, el gas y la electricidad, mientras que los pobres lo pasan mal. Aquí, por supuesto, hay riesgos sociales.Se está desarrollando una situación difícil para el sector empresarial de la UE en química de gases y fertilizantes nitrogenados
Es probable que la intención de la UE de reducir el consumo total de gas en un 15% para marzo de 2023 sea factible, especialmente si este invierno vuelve a ser moderadamente frío. Pero las dificultades se distribuirán de manera desigual entre los países, y la logística del suministro de grandes volúmenes de gas a través de camiones cisterna a todo un continente con consumidores heterogéneos no está clara. Históricamente en Europa, solo España y Portugal han dependido del GNL (en Asia, solo Japón e India). Para mover volúmenes gigantescos de gas no de este a oeste a través de gasoductos, sino desde los puertos a lo largo de las costas hacia el interior del continente, la tarea depende de la disponibilidad de buques cisterna, puertos, etc.
El 50% de la producción de aluminio y zinc está paralizada en Europa por los costos de la energía, según la asociación industrial Eurometaux. "Pedimos a los líderes de la UE y de los Estados miembros que tomen medidas de emergencia para preservar sus industrias estratégicas de uso intensivo de electricidad y evitar la pérdida permanente de puestos de trabajo", reclamó la asociación en un comunicado.
“Los recortes en la producción de zinc, aluminio y silicio ya han dejado a los consumidores de las industrias europeas del acero, la automoción y la construcción enfrentándose a una grave escasez, que está siendo compensada por los envíos desde China y otros lugares”, según World Energy Trader. Eurometaux cuenta con 26 empresas, entre ellas Glencore, Aurubis, Boliden y Norsk Hydro.
“Los precios suponen una pesada carga para muchas empresas que consumen mucha energía y compiten internacionalmente”, dijo Matthias Ruch, portavoz de Evonik Industries AG , el segundo mayor productor de productos químicos del mundo con plantas en 27 países. La empresa está sustituyendo hasta el 40 % de sus volúmenes de gas en Alemania con gas licuado de petróleo y carbón, y transfiriendo algunos costos más altos a los clientes. Pero la idea de reubicarse es imposible, dijo un portavoz.
Hace unos meses, la noticia fue que algunas industrias alemanas pasaban sus fuentes de energía al diésel, el carbón y el petróleo para sortear la escasez. ¿Quién vende todo eso? Sí, Rusia. Las últimas noticias hablan de que el embargo europeo al carbón ruso se ha relajado. Muchos preguntan si no pasará lo mismo con las medidas contra el petróleo.
(De hecho, Estados Unidos promueve un tope de precios a los barriles vendidos por Moscú para cortar parte de sus ingresos. Esto es que se deje de asegurar a los buques, por ejemplo, que transporten el crudo ruso si sus ventas superan determinado precio. Es una salida elegante para no cortar la oferta del petróleo con un embargo como el europeo)
En Alemania, ArcelorMittal, la segunda mayor siderurgia del mundo, paralizó una parte de su producción de su fábrica en Bremen por los altos costos de la energía. En el país, una de cada seis empresas han reducido su producción por la misma razón, según una encuesta de julio.
Este año, la electricidad por megavatio para las industrias alemanas aumentó hasta los 570 euros. Hace dos años, el valor era de 40 euros. La situación ha llevado a que algunas industrias de acero, automóviles y productos químicos consideran irse del país si no pueden bajar los costos de sus facturas de energía.
"La guerra en Ucrania pone fin al modelo comercial económico alemán tal como lo conocíamos, un modelo que se basaba principalmente en importaciones de energía barata y exportaciones industriales en un mundo cada vez más globalizado”, sostiene Carsten Brzeski, economista del banco ING. Berlín en mayo registró su primer déficit comercial en 30 años; lo que significa que importó más de lo que exportó en términos monetarios.
El futuro parece prometedor para los germanos según Bloomberg.
Hay evidencia de que la posición industrial de Alemania está cayendo. En los primeros seis meses de este año, el volumen de importaciones de químicos aumentó cerca de un 27% respecto al mismo período del año pasado, según datos gubernamentales analizados por la consultora Oxford Economics . Simultáneamente, la producción de productos químicos cayó, con una caída en junio de casi un 8% con respecto a diciembre.
“Si la industria tiene que ir a semanas laborales más cortas y salarios reducidos gracias a la crisis energética, aquí es donde me pongo nervioso”, dijo Martin Devenish, ex director gerente de Goldman Sachs Group Inc. que ahora trabaja para S-RM Intelligence & Risk Consulting Ltd. “Los ingredientes para el descontento social están ahí y el riesgo de eso se subestima”.
El Fondo Monetario Internacional también dijo el mes pasado que Alemania tendrá el peor desempeño en el Grupo de las Siete naciones este año debido a la dependencia de la industria del gas ruso.
El productor de cobre más grande de Europa, Aurubis AG , con sede en Hamburgo, tiene como objetivo minimizar el uso de gas y trasladar los costos de energía a los clientes, dijo el director ejecutivo Roland Harings el 5 de agosto. El gigante azucarero Suedzucker AG ideó planes de energía de emergencia en caso de que Rusia corte completamente el suministro de gas a Alemania, dijo un portavoz por correo electrónico.
BMW AG está intensificando sus preparativos para una posible escasez. El fabricante de automóviles con sede en Munich opera 37 instalaciones a gas que generan calor y electricidad en plantas en Alemania y Austria, y está considerando usar servicios locales en su lugar.
La empresa de embalaje Delkeskamp Verpackungswerke GmbH planea cerrar una fábrica de papel en la ciudad norteña de Nortrup debido a los altos costos de energía, con 70 trabajadores perdiendo sus empleos.
Un ascenso prolongado de los precios de la energía puede terminar transformando el panorama económico del continente, dijo Simone Tagliapietra, miembro principal del grupo de expertos Bruegel, con sede en Bruselas.
“Algunas industrias sufrirán graves tensiones y tendrán que replantearse su producción en Europa”, dijo.
"Un gran ganador de la crisis energética en Europa es la economía estadounidense", titula The Wall Street Journal. Según el diario, "las empresas europeas que fabrican acero, fertilizantes y otras materias primas se están trasladando a Estados Unidos por sus problemas con la subida vertiginosa de los precios del gas”.
Es difícil creer que, en tan poco tiempo, se den movimientos de estos tipos, que requieren acuerdos a largo plazo, infraestructura, y otros condimentos. Aunque el medio corporativo muestra la intención manifiesta de algunos círculos de Washington de aprovecharse del descalabro económico. Ya sea con sus ventas de gas natural licuado en aumento o con ofertas atractivas para absorber una parte de la industria europea.
“Las empresas que consumen mucha energía han comenzado a trasladar la producción fuera del país para protegerse contra el aumento de las facturas de energía, mientras que las empresas extranjeras pueden frenar la inversión en Alemania, dijo el codirector ejecutivo de DZ Bank AG, Cornelius Riese, en una conferencia en Frankfurt.
Al final, la acumulación por despojo no solo es una cosa del Tercer Mundo.
¿Y la inflación?
A esto hay que agregarle el costo que pagan los clientes, es decir los europeos, por las subas de la energía. Javier Blas, experto en energía y materias primas, pone como ejemplo la situación de las papeleras; “transformar la madera en pulpa y luego en papel higiénico consume mucha energía, más que otros tipos de papeles. En Europa, el proceso ahora es prohibitivamente costoso. Lorenzo Poli, director de la papelera italiana Cartiere Saci SpA, compartió recientemente en la televisión la factura energética mensual de su empresa: había pasado de poco más de 385.000 euros en 2021 a casi 2 millones de euros en 2022 (…) Es el mismo problema en todos los productos industriales europeos, desde vidrio, cerámica y fibras sintéticas hasta aluminio, cemento, fertilizantes y docenas de otros productos de la vida diaria”.
Hasta hace muy poco, la mayoría de los gobiernos europeos se centraron en ayudar a los hogares frente al impacto de la subida de precios, olvidándose en gran medida de la industria manufacturera. A los fabricantes ahora les preocupa que su única opción para detener la pérdida de efectivo sea reducir la producción, lo que crearía una escasez que empujaría los precios al alza pero permitiría que los márgenes se recuperaran. Mientras tanto, cotizan precios significativamente más altos a sus clientes, a menudo cadenas de supermercados
El humilde rollo de papel higiénico ofrece una ventana al resto de la industria manufacturera. Por supuesto, hay grandes diferencias entre los rollos y, digamos, baldosas de cerámica o una tonelada de fertilizante. Pero un hilo común entre ellos es que los precios mayoristas siguen subiendo y la producción está cayendo. La escasez inflará aún más los precios, a pesar de que las economías se están desacelerando en respuesta a las subidas de tipos de interés. Los bancos centrales se sentirán obligados a actuar a través de tasas de interés cada vez más altas, ya que es su única palanca en este momento. Pero luchar contra la inflación de esta manera es un asunto complicado
¿Escasez de papel higiénico? ¿Cocinar a leña? ¿Inflación desbocada? Europa vive su momento Venezuela para sorpresa de pocos y desgracia de muchos. Quizás la comparación sea exagerada pero vale recordar que las crisis se perciben como tales cuando se siente que un piso de estabilidad es alterado. Y para el ciudadano común esto es lo más parecido a vivir en un país del Tercer Mundo.
El problema radica en que Europa y Estados Unidos pueden subir las tasas de interés para disminuir la demanda con el fin de bajar la inflación por la vía de una adecuación de la oferta, como lo hicieron en otras épocas. Pero el problema sigue siendo el mismo; los precios bajos estaban dados por las ventajas comparativas de la industria europea dadas por el gas ruso barato comprado a largo plazo. De nuevo, repito aquí abajo la explicación del economista Zoltan Pozsar del banco Credit Suisse;
Con una ligera exageración, el mundo de baja inflación se apoyaba en tres pilares: primero, la mano de obra inmigrante barata mantenía estancados los salarios del sector servicios en EE. UU, segundo, productos baratos de China elevaban el nivel medio de los salarios estancados, y por último, el gas ruso barato impulsaba la industria alemana y la Unión Europea en general.
Piense en la guerra económica entre Estados Unidos, China y Rusia como algo que debilitará los pilares del mundo globalizado y de baja inflación descrito anteriormente: el proceso será lento, no repentino. China y Rusia, que los mayores productores mundiales de materias primas y bienes de consumo, respectivamente, proporcionaron dos pilares del mundo de baja inflación que describimos anteriormente.
Si Oriente tiene la llave del lado de la oferta, y la guerra económica significa que el lado de la oferta se retiene, Occidente tendrá que desarrollar su propio suministro de cosas de modo que una recesión en "L"(caída y estancamiento) se convierta en "L/" (caída y crecimiento). Una recuperación impulsada por recortes de tasas sino por una política industrial financiada fiscalmente.
¿Pero hay un plan a largo plazo para una política industrial financiada fiscalmente? Al parecer no.
Hasta ahora, los países miembros de la Unión Europea gastaron casi 500 mil millones de dólares (si se suma al Reino Unida) en ayudas a consumidores, empresas vulnerables y compañías de servicios públicos quebradas. Los ministros de la UE ahora negocian “un plan de emergencia que transferirá las ganancias inesperadas de las empresas de energía a los hogares y empresas vulnerables. El acuerdo, que se espera que se alcance el 30 de septiembre, también incluye un tope en el precio de la energía y un objetivo para reducir la demanda de electricidad a medida que Moscú reduce los flujos de gas a la región.
“Diseñadas inicialmente como una respuesta temporal a lo que se suponía que era un problema temporal, estas medidas se han disparado y se han vuelto estructurales”, según Simone Tagliapietra, investigadora de Bruegel. “Se prevé que este número aumente a medida que los precios de la energía se mantengan elevados. Esto claramente no es sostenible desde la perspectiva de las finanzas públicas”.
“Este nivel de intervención también implica un riesgo de fragmentación en toda Europa: los gobiernos con más margen fiscal inevitablemente gestionarán mejor la crisis energética al superar a sus vecinos por recursos energéticos limitados durante los meses de invierno”.
¿Es sostenible gastar tanto dinero en subvencionar a consumidores e industrias? Y si fueran países de América Latina y África, se hablaría de un gasto innecesario en proteger sectores pocos competitivos. Toda la sarasa de siempre. Pero es Europa y Europa, en palabras de los burocratas de la UE, “debe prevalecer” aún a costa de estatizar las pérdidas de los privados.
¿Pero por cuánto tiempo resistirán las fábricas europeas si dejan de ser competitivas y no tienen consumidores de sus productos si también la inflación destruye sus bolsillos? ¿Hasta qué encuentren otros proveedores fiables de energía que les subsidien sus producciones? ¿O reduzcan, de forma masiva, sus costos con robótica e inteligencia artificial a costa de echar a unos cuantos empleados?
¿Cuál será el salto adelante para sortear el iceberg?
Algunas consecuencias ya se ven en la escena política europea; a mayor crisis más oportunidad para la extrema derecha y el fascismo.
Los Demócratas Suecos de extrema derecha se quedaron en segundo lugar en las elecciones de este mes y se unirán al gobierno por primera vez. En Italia, se espera que las elecciones del domingo vean la victoria de Giorgia Meloni, quien ha superado a sus rivales de la derecha al defender “la defensa de la identidad nacional italiana”. Crece la preocupación en Alemania por una reacción violenta contra el precio económico de los esfuerzos para contener a Putin. Mientras tanto, Francia está viendo un desliz en el apoyo a las sanciones actuales contra Rusia. La crisis energética empodera a los populistas europeos.
Es bastante fácil que la clase media europea tome estos atajos cuando sus dirigentes hacen actos de Stand Up por Ucrania en los que Úrsula Von Der Leyen, alta comisionada europea, lanza bromas sobre los fondos recaudados para refugiados.
Vivimos en una época peligrosa, con la amenaza de una guerra nuclear a la vuelta de la esquina, pero también en una de las más estúpidas de la historia.
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Sería de mucha ayuda ya que estoy en la etapa final del primer capítulo de mi Podcast Un Mundo Distópico, hecho con todo el esfuerzo y dedicación de una sola persona; este boludo que les habla.
Saludos, que tengas feliz semana.