La inteligencia estadounidense le responde a Seymour Hersh por las explosiones de los gasoductos Nord Stream
Hola, ¿Cómo están? ¿Cómo andan? Este mail es escrito como las placas rojas de los canales de noticias que anuncian una última noticia.
Ayer más “revelaciones” aparecieron en los medios estadounidenses y alemanes sobre las explosiones de los gasoductos Nord Stream.
¿Por qué es importante?
Porque salió en The New York Times, casi un mes después de la investigación de Hersh y a cinco días del encuentro en Washington entre Joe Biden y el canciller alemán Olaf Scholtz. Antes de esta publicación, los medios estadounidenses solo habían hablado en cuatro oportunidades de la investigación de Hersh, según la empresa de análisis Similar Web.
Entre las menciones, estuvieron reseñas de entre 166 y 600 palabras de New York Post y Bloomberg. Un segmento del comentarista de Fox Tucker Carlson y una nota de opinión en contra de Hersh de Business Insider. En el mismo tiempo, la agencia Reuters nombró 14 veces la historia.
Similar Web buscó publicaciones sobre la investigación de Hersh en 20 medios estadounidenses, entre ellos ABC Noticias, Bloomberg; Business, CNN, FOX, Wall Street Journal, NBC. “Trataron de marginar el informe", según el crítico de medios Bryce Greene.
Hersh fue criticado por Ned Price, vocero del Departamento de Estado, por hacer una “pieza de propaganda”. Se lo acusó de elaborar una teoría de la conspiración basada en una sola fuente. Según él, comprobó la historia con los mismos verificadores que trabajaban con él en The New Yorker.
A diferencia de su historia, la versión de The New York Times si es replicada por todo el sistema de medios estadounidenses.
Hace unas semanas, la nota de Hersh fue motivo de una caliente reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU en la que Estados Unidos bloqueó la posibilidad de una investigación independiente del organismo. La encargada de dar la respuesta más contundente fue Rosemary Di Carlo, subsecretaria de Asuntos Políticos de la ONU y exfuncionaria del Departamento de Estado. Leamos la crónica que escribió Helena Villar sobre aquella reunión convocada por Rusia.
Hoy han convocado un Consejo de Seguridad en Naciones Unidas para tratar las últimas revelaciones que acusan a Estados Unidos de ser autor de la voladura del gasoducto Nordstream. Estaré siguiéndolo y resumiendo las posturas por aquí.
Rosemary di Carlo, subsecretaria General de Asuntos Políticos ONU: "Naciones Unidas no está en condiciones de confirmar las afirmaciones de estos incidentes. Esperamos las conclusiones de todas las investigaciones".
Jeffrey Sachs, catedrático de la universidad de Columbia: "La destrucción del gasoducto supone un acto de terrorismo internacional. Es responsabilidad del Consejo abordar la pregunta de quien pudo haberlo provocado para que el perpetrador sea llevado a la justicia internacional".
Sachs: ".La destrucción requirió de un alto nivel de planificación (...) Una acción de este tipo la tiene que haber llevado un actor al nivel de un estado. Solo un puñado tienen acceso para hacerlo".
Ray McGovern, ex empleado de la CIA: "Seymour Hersh atrae a quienes lanzan las alertas por su perfecto historial de proteger sus identidades y publicar de manera adecuada lo que le transmiten a pesar de las negaciones de los gobiernos posteriores".
McGovern critica la expresión de "invasión rusa sin provocación". Detalla la ampliación de la OTAN y las preocupaciones en Moscú derivadas del golpe del 2014 en Kiev y su posibilidad de desplegar misiles de largo alcance cerca de su territorio.
El embajador ruso ha recordado que las autoridades de EEUU y políticos afines de otros países han expresado en numerosas ocasiones su interés por acabar con el Nordstream. Respecto a las revelaciones de Hersh, ha asegurado de que no tienen dudas de que ha dicho la verdad.
Nebenzia también ha acusado a Estados Unidos de creerse por encima del bien y del mal. Si no se encuentran a los autores de la acción y no indemnizan al estado victima de estos daños, "podemos vivir una época donde peligran las comunicaciones transcontinentales".
Rusia ha pedido a Naciones Unidas una investigación internacional imparcial al margen de la que hagan otros países, que podrían haber estado implicados.
Reino Unido: "Condenamos los actos, pero no nos queda claro por que Rusia convoca este tema. Apoyamos las investigaciones de las autoridades competentes. El único desarrollo es una nueva ronda de acusaciones por parte de los medios de comunicación rusos".
EEUU: "Quiero decir lisa y llanamente que las acusaciones de nuestra implicación en el sabotaje son completamente falsas. Los EEUU no estuvieron implicados para nada. Las autoridades competentes están investigando estos incidentes de manera amplia, transparente e imparcial".
EEUU sobre las revelaciones de Hersh: "Rusia desesperadamente quiere cambiar de tema. No es la primera vez que Rusia utiliza su escaño para dar voz a teorías conspiranoicas de Internet".
Estados Unidos rechaza una investigación internacional de Naciones Unidas sobre el sabotaje del Nordstream: "Los recursos de la ONU deben emplearse para casos donde los estados no quieren investigar"
China: "Lo que aconteció se trató de un acto humano deliberado. Es difícil imaginar que ningún actor no estatal pudiera llevar a cabo esta destrucción.En otra sesión, muchos países pidieron una investigación para revelar la verdad. China respalda esta postura".
China sobre las acusaciones de que las revelaciones de Hersh son ficción: "Ver cómo se puede hacer que zozobre la sesión no significa que se vaya a poder ocultar la verdad. Esperamos que las partes digan lo que saben. Es una petición legitima y esperable".
Alemania, pese a ser uno de los principales afectados por el sabotaje de los gasoductos Nordstream, no ha querido intervenir en la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dedicada a este tema.
Unos días después, Joe Biden y Olaf Scholz se encontraron en la Casa Blanca con una agenda que incluía Ucrania, China y los subsidios de Estados Unidos a la fabricación nacional. Por supuesto, ante las cámaras, los líderes se felicitaron por el apoyo a la causa ucraniana y hablaron sobre los planes para que empresas alemanas fabriquen armas estadounidenses en Europa.
“Usted dio un paso al frente para proporcionar un apoyo militar crítico. Y diría que, más allá del apoyo militar, el apoyo moral que ha brindado a los ucranianos ha sido profundo. Profundo”, dijo Biden. Scholz acordó enviar tanques alemanes Leopard y Biden, los estadounidenses Abrams. Pero detrás de bambalinas sucedieron otras cosas según The Wall Street Journal.
La visita siguió a una reunión reciente entre el Sr. Scholz, el presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania y el presidente Emmanuel Macron de Francia en París, donde los tres líderes discutieron el camino a seguir en la batalla de Ucrania contra la agresión rusa, incluidas las posibles vías diplomáticas.
Por separado, Macron discutió con Zelensky una posible conferencia de paz en París, y el líder ucraniano dijo que solo asistiría a tal evento si se incluía al presidente Biden y Xi Jinping de China, dijeron funcionarios.
Entre los aliados cercanos de Ucrania en Europa del Este, existen preocupaciones sobre algunos de los pensamientos que surgen en las capitales occidentales de que Ucrania debería prepararse en algún momento para las negociaciones con el Kremlin.
Al margen de la reciente visita de Biden a Varsovia, el presidente de EE. UU. presionó a los líderes bálticos por sus frecuentes llamados a derrotar a Rusia en Ucrania, dijo una persona informada sobre las conversaciones, lo que dejó dudas entre los funcionarios sobre si Washington creía que era un objetivo realista.
Al igual que Macron anteriormente, Biden también sugirió la semana pasada que la responsabilidad podría pasar a la diplomacia después de ganancias ucranianas en el campo de batalla en una contraofensiva durante la primavera y el verano. Un alto funcionario europeo dijo que había recelo entre los aliados de Ucrania en Europa del Este por un impulso coordinado entre las principales capitales occidentales para ablandar a Zelensky con el fin de que acepte las conversaciones.
En un discurso ante el Parlamento alemán, antes de partir hacia Washington, Scholz se hizo eco de la declaración anterior de Biden y dijo que no podría haber una paz justa si eso significara efectivamente que Ucrania se sometiera al Kremlin. Sin embargo, el canciller agregó que Alemania y sus socios estaban trabajando para brindar garantías de seguridad que pudieran ayudar a lograr una paz justa en los términos de Ucrania.
Ablandar a Zelensky suena a apretarlo para que haga lo que le dicten sus aliados. Como dijimos hace poco, Europa y Estados Unidos se enfilan para empezar el otro gran conflicto de este siglo; la guerra contra China. Por lo que Rusia y Ucrania pueden pasar, en algunos años, a un segundo plano.
(De hecho en la práctica, la Administración Biden presiona a sus socios europeos para que establezcan sanciones a China si envía ayuda militar a Rusia).
Cinco días después del encuentro , The New York Times publicó una nueva revelación sobre la explosión de los gasoductos Nord Stream. Según un informe de inteligencia estadounidense no especificado, los culpables podrían ser ciudadanos rusos o ucranianos pro Kiev. Por supuesto, no tienen ninguna afiliación al gobierno de Zelensky.
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Son lo que se conoce en la jerga como “lobos solitarios”, fáciles de descartar en un balde de basura.
“Cualquier sugerencia de participación ucraniana, ya sea directa o indirecta, podría alterar la delicada relación entre Ucrania y Alemania, amargando el apoyo entre un público alemán que se ha tragado los altos precios de la energía en nombre de la solidaridad”, afirma el reportaje.
Al parecer, ablandar a Zelensky puede significar tirarle encima el atentado a uno de los grupos extremistas que lo rodean. Es como haberle dejado una cabeza de caballo a los pies de la cama. Leamos lo que afirma el reportaje de The New York Times.
Funcionarios estadounidenses dijeron que había mucho que no sabían sobre los perpetradores y sus afiliaciones. La revisión de la inteligencia recopilada recientemente sugiere que eran opositores del presidente Vladimir Putin de Rusia, pero no especifica los miembros del grupo, ni quién dirigió o pagó la operación.
Los funcionarios estadounidenses se negaron a revelar la naturaleza de la inteligencia, cómo se obtuvo o cualquier detalle de la solidez de la evidencia que contiene. Han dicho que no hay conclusiones firmes al respecto, lo que deja abierta la posibilidad de que la operación haya sido realizada fuera de los libros por una fuerza delegada con conexiones con el gobierno ucraniano o sus servicios de seguridad.
Algunas especulaciones iniciales de EE. UU. y Europa se centraron en la posible culpabilidad de Rusia, especialmente dada su destreza en las operaciones submarinas, aunque no está claro qué motivación tendría el Kremlin para sabotear los oleoductos dado que han sido una importante fuente de ingresos y un medio para que Moscú ejercer influencia sobre Europa. Una estimación puso el costo de reparar las tuberías a partir de alrededor de $ 500 millones . Funcionarios estadounidenses dicen que no han encontrado ninguna evidencia de participación del gobierno ruso en el ataque.
Los funcionarios que revisaron la inteligencia dijeron que creían que los saboteadores probablemente eran ciudadanos ucranianos o rusos, o alguna combinación de ambos. Funcionarios estadounidenses dijeron que no había ciudadanos estadounidenses o británicos involucrados.
Los oleoductos fueron destrozados por explosiones en aguas profundas en septiembre , en lo que funcionarios estadounidenses describieron en ese momento como un acto de sabotaje. Los funcionarios europeos han dicho públicamente que creen que la operación que apuntó a Nord Stream probablemente fue patrocinada por el estado, posiblemente debido a la sofisticación con la que los perpetradores colocaron y detonaron los explosivos en el fondo del Mar Báltico sin ser detectados. Los funcionarios estadounidenses no han declarado públicamente que creen que la operación fue patrocinada por un estado.
Lo más probable es que los explosivos se colocaran con la ayuda de buzos experimentados que no parecían estar trabajando para los servicios militares o de inteligencia, dijeron funcionarios estadounidenses que revisaron la nueva inteligencia. Pero es posible que los perpetradores hayan recibido capacitación gubernamental especializada en el pasado.
Días después de la explosión, Dinamarca, Suecia y Alemania iniciaron sus propias investigaciones por separado sobre la operación Nord Stream.
Las agencias de inteligencia y las fuerzas del orden de ambos lados del Atlántico han tenido dificultades para obtener pruebas concretas sobre lo que sucedió en el fondo del mar en las horas, días y semanas anteriores a las explosiones.
Los oleoductos en sí mismos no fueron monitoreados de cerca, ni por sensores comerciales ni gubernamentales. Además, encontrar la embarcación o embarcaciones involucradas se ha complicado por el hecho de que las explosiones tuvieron lugar en un área de mucho tráfico.
Según un legislador europeo informado a fines del año pasado por el principal servicio de inteligencia exterior de su país, los investigadores han estado reuniendo información sobre aproximadamente 45 "barcos fantasmas" cuyos transpondedores de ubicación no estaban encendidos o no funcionaban cuando pasaban por el área, posiblemente para encubrir sus movimientos.
Al legislador también se le dijo que los perpetradores utilizaron más de 1,000 libras de explosivos de "grado militar".
Cualquier hallazgo que culpe a Kiev o a los representantes ucranianos podría provocar una reacción violenta en Europa y dificultar que Occidente mantenga un frente unido en apoyo de Ucrania.
El reportaje parece un parte de prensa porque cita un informe de inteligencia no especificado y solo es discutido por funcionarios estadounidenses no identificados con acceso al contenido de esta investigación. Es como que se publique un libro y se escriba una reseña solo con los comentarios del escritor.
Es la demostración de que el periodismo estadounidense corporativo se ha convertido solo en una usina de operaciones de inteligencias. Como si fuera una paradoja, lo criticaron a Hersh por lo mismo que escribieron en el reportaje del New York Times. Aunque la dan la razón en varias cuestiones “sin evidencias”.
Quienes colocaron los explosivos fueron buzos marinos, posiblemente especializados en minas submarinas, luego de ser llevados en una embarcación con su transportador apagado. El tema es que las autoridades no pueden encontrar a ninguna de las 45 embarcaciones que apagaron sus transportadores en el mar Báltico, uno de los más vigilados del planeta.
“Había mucho tránsito”, dice The New York Times sobre las aguas de las isla de Bohm, zona económica exclusiva de Dinamarca.
El reportaje parece un claro intento de controlar la narrativa acerca de las explosiones luego de la investigación de Hersh. Exculpa a las autoridades estadounidenses de la ejecución y planificación del atentado con buzos de la marina estadounidense de una base en Florida.
Ni Jack Sullivan, jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reunió a un comité, integrado por organismos de inteligencia y cabezas de departamentos, para planear un atentado. Ni el jefe de la CIA, William Burns, ideó el famoso plan para volar por los aires los gasoductos, como sostiene Hersh. Para tapar esa historia, y sus implicaciones, se genera otra que parezca creíble; la de los lobos solitarios ucranianos.
Horas después, un grupo de medios alemanes sacaron su propia versión de la historia.
Según información del estudio capitalino ARD, los investigadores lograron identificar el barco que supuestamente se utilizó para la operación secreta. Se dice que es un yate alquilado a una empresa con sede en Polonia, aparentemente propiedad de dos ucranianos. Según la investigación, la operación secreta en el mar fue realizada por un equipo de seis personas. Se dice que fueron cinco hombres y una mujer. En consecuencia, el grupo estaba formado por un capitán, dos buzos, dos ayudantes de buceo y un médico, de quienes se dice que transportaron los explosivos a las escenas del crimen y los colocaron allí. Aparentemente, la nacionalidad de los perpetradores no está clara. Los asesinos utilizaron pasaportes falsificados profesionalmente, que se dice que se utilizaron, entre otras cosas, para alquilar el barco.
Según la investigación, el comando zarpó de Rostock el 6 de septiembre de 2022. El equipo para la operación secreta fue transportado previamente al puerto en un camión de reparto, se dice. Según la investigación, los investigadores lograron localizar el barco nuevamente al día siguiente en Wieck (Darß) y más tarde en la isla danesa de Christiansø, al noreste de Bornholm. Luego, el yate fue devuelto al propietario sin limpiar. Según la investigación, los investigadores encontraron rastros de explosivos en la mesa de la cabina. Según información del estudio de capital ARD, Kontraste, SWR y ZEIT, se dice que un servicio secreto occidental envió un aviso a los servicios asociados europeos en otoño, es decir, poco después de la destrucción, según el cual un comando ucraniano era responsable de la destrucción. Después de eso, se dice que hubo más indicios de inteligencia de que un grupo pro-ucraniano podría ser el responsable.
El estudio de capital ARD, Kontraste , SWR y ZEIT hablaron con fuentes en varios países para su investigación. Las autoridades de seguridad de Alemania, Dinamarca, Suecia, los Países Bajos y los EE. UU. participaron en la investigación de la destrucción de los oleoductos. En Alemania, la Fiscalía General está a cargo de la investigación, que ha encargado tanto a la Oficina Federal de Policía Criminal como a la Policía Federal. Incluso si los rastros conducen a Ucrania, los investigadores aún no han podido averiguar quién encargó al presunto grupo de perpetradores. En los círculos de seguridad internacional no se excluye que esto también sea una bandera falsa. Esto significa que también se podrían haber colocado rastros deliberadamente que apuntan a Ucrania como el culpable. Sin embargo, los investigadores aparentemente no han encontrado evidencia que confirme tal escenario.
En una declaración, el asesor presidencial ucraniano Mychajlo Podoljak dijo que Ucrania "por supuesto no tuvo nada que ver con los ataques contra Nord Stream-2". "No hay confirmación de que funcionarios o militares ucranianos hayan participado en esta operación o que se haya enviado gente para actuar en su nombre". Es concebible que Rusia esté detrás de esto. "Hay muchos más motivos y muchos más usos en este escenario", dijo Podoljak.
La pregunta que uno se hace es si este era el informe del que hablaban los funcionarios citados por The New York Times. La Casa Blanca, en repetidas ocasiones, ha dicho que la explosión de los gasoductos Nord Stream eran un asunto de las autoridades europeas. Y ahora le dan una conclusión preliminar que exculpa a Estados Unidos.
¿Pero puede un grupo pro ucraniano de seis personas colocar explosivos en uno de los mares más vigilados del mundo sin que nadie los vea?
¿O acaso el grupo actúo por su propia cuenta con una ayuda encubierta de los servicios de inteligencia occidentales?
Con esta conclusión, el gobierno alemán tiene algo que darle a sus industriales que financiaron el gasoducto Nord Stream y han anunciado planes para mudarse a China. Los estadounidenses sortean una peligrosa investigación internacional y el resto de los europeos hacen como si nada hubiera pasado. Zelensky es ablandado con una cabeza de caballo en los pies de su cabeza y los rusos se quedan sin su gasoducto.
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