Las principales corporaciones de Estados Unidos y aspirantes a cargos diplomáticos donaron cantidades sin precedentes para la ceremonia inaugural de Donald Trump. La recaudación superó todos los registros anteriores con 239 millones de dólares, incluyendo los 107 millones que el mismo Trump consiguió en 2017, según documentos revisados por The Wall Street Journal.
El mayor contribuyente fue Pilgrim's Pride, una empresa avícola que donó 5 millones de dólares. La industria de las criptomonedas también destacó entre los principales donantes. Ripple aportó cerca de 5 millones, Robinhood 2 millones, y Coinbase junto a su fundador sumaron 2 millones. El tercer mayor donante fue Warren Stephens, “un donante republicano que donó 4 millones de dólares el mismo día, 2 de diciembre, en que Trump lo nombró embajador en Gran Bretaña”, según The New York Times.
Las compañías petroleras también lideraron las contribuciones para la ceremonia inaugural de Donald Trump. Chevron aportó dos millones de dólares, mientras Occidental Petroleum, Exxon Mobil y ConocoPhillips donaron un millón cada una. El Instituto Americano del Petróleo sumó 500.000 dólares a través de su comité de acción política.
La industria farmacéutica también mostró un respaldo significativo. La asociación PhRMA, junto con Bayer, Merck y Pfizer, contribuyeron con un millón de dólares por entidad.
La suma récord de 239 millones muestra cómo las empresas más poderosas del país acudieron en masa a Trump tras las elecciones
JPMorgan Chase, Nvidia, Google, Adobe, General Motors, Uber, Boeing, Toyota, Comcast, Meta Platforms, Amazon, McDonald's, Delta Air Lines y Johnson & Johnson aportaron un millón cada una. Tim Cook, CEO de Apple, realizó una donación personal de un millón. Entre los donantes también estuvieron “varios amigos de Elon Musk, como inversores tecnológicos como John Hering, Ken Howery y Keith Rabois, quienes donaron un millón de dólares cada uno. Ni Musk ni ninguna de sus empresas aportaron para la toma de posesión.
Ken Griffin, gestor de fondos de cobertura que anteriormente había criticado a Trump, entregó un millón. Miriam Adelson, viuda del multimillonario de los casinos Sheldon Adelson, contribuyó con la misma cantidad, al igual que el multimillonario Paul Singer del fondo buitre Elliot. Sam Altman, director ejecutivo de Open AI, también donó un millón.
La suma récord de 239 millones muestra cómo las empresas más poderosas del país acudieron en masa a Trump tras las elecciones. El récord anterior para un comité inaugural era de aproximadamente 107 millones de dólares, que Trump recaudó en 2017. Otros presidentes obtuvieron menos de 100 millones, según sus declaraciones financieras.
El dinero cubrió los gastos asociados con la investidura del 20 de enero en Washington. El total superó con creces la cantidad necesaria para organizar el evento. Los millones excedentes se destinarán a la futura biblioteca presidencial. Trump recaudó cientos de millones adicionales para sus comités políticos en los meses entre la elección y su toma de posesión. Su recaudación total alcanzó aproximadamente 500 millones de dólares durante ese período.
La radiografía de donaciones muestra como gran parte de las empresas importantes de Estados Unidos intentaron congraciarse con Trump y también como muchas de ellas, a pesar de eso, fueron perjudicadas con la actual guerra comercial
Después de estas donaciones, las industrias de criptomonedas y petróleo se beneficiaron de los esfuerzos de la administración para flexibilizar regulaciones para el uso de criptos y ampliar las zonas de perforación petrolera. La compañía de pollo Pilgrim's Pride, mayor donante de la toma de posesión fue favorecida con una nueva norma anunciada por la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, que permite mayor velocidad en las líneas de producción de carne de cerdo y aves de corral, lo que permite aumentar su capacidad de procesamiento, y por ende, su producción.
La banca estadounidense, representada por JP Morgan, las tecnológicas, como Google y Apple, y las compañías farmacéuticas se vieron beneficiadas por medidas como la eliminación de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, una agencia creada después de 2008 para proteger a los “consumidores contra el fraude bancario y las estafas con letra pequeña por parte de las corporaciones estadounidenses”, según The Financial Times. Por esta acción, se paralizó la aplicación de las regulaciones judiciales ordenadas contra gigantes tecnológicos como Apple y Google
Amazon y Walmart, también dos grandes donantes, también se verían beneficiados por las presiones para que la India permita operar a ambas multinacionales a cambio de un nuevo acuerdo comercial que libere al país de aranceles. Las farmacéuticas, además, se verían beneficiadas de una reforma regulatoria que promueve Trump para evitar que se negocie el precio de la mayoría de los medicamentos, establecido en la Ley contra la Inflación sancionada por Joe Biden, según el diario británico The Guardian.
Todas estas multinacionales se han visto favorecidas con el nombramiento de Crystal Carey como presidenta interina de Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), responsable del cumplimiento de la legislación laboral estadounidense en materia de negociación colectiva y prácticas laborales desleales. El bufette de Carey es conocido por haber representado a Amazon, SpaceX y Tesla en sus iniciativas en contra de la sindicalización de sus trabajadores.
Warren Stephens, propuesto como embajador en Reino Unido, contribuyó con cuatro millones el mismo día de su nominación
Pero, además, de todos estos claros conflicto de intereses también están los particulares que destinaron dinero a la toma de posesión antes de ser nombrados en cargos públicos. Por ejemplo, varios nominados a cargos diplomáticos figuran entre los principales donantes; Melissa Argyros, candidata a embajadora en Letonia, entregó dos millones, Tilman Fertitta, nominado a embajador en Italia, aportó un millón, y Daniel Newlin, candidato a embajador de Colombia, también contribuyó con un millón.
Jared Isaacman, designado para dirigir la NASA, aportó dos millones de dólares. La compañía Cantor Fitzgerald, antes liderada por el actual secretario de Comercio Howard Lutnick, donó un millón. Lutnick podría ser uno de los virtuales beneficiadas de una virtual anexión de Groenlandia, ya que Cripto Metals, empresa cuyo mayor accionista es Cantor Fitzgerald, tiene un yacimiento minero en el país.
La astronómica cifra recaudada por Trump fue usada para la toma de posesión según la información oficial. El dinero que sobró se destinará, se supone, a la biblioteca presidencial, aún en construcción, y a organizaciones benéficas trumpistas. En el pasado, el fondo de la biblioteca también recaudó cheques de empresas que llegaron a acuerdos judiciales con Trump.
La radiografía de donaciones muestra como gran parte de las empresas importantes de Estados Unidos intentaron congraciarse con Trump y también como muchas de ellas, a pesar de eso, fueron perjudicadas con la actual guerra comercial. Los casos más emblemáticos de estas dádivas presidenciales fueron las de los embajadores estadounidenses, una clara compra de cargos públicos.
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